El 21 de agosto de 2015, Ayoub El-Khazzani subió al tren #9364 en Bruselas rumbo a París. No había dudas de sus intenciones: tenía una AK-47, una pistola y suficientes balas para dominar a los pasajeros a bordo. Un nuevo ataque de ISIS estaba por comenzar. Lo que no esperaba encontrar Khazzani en su misión eran tres amigos estadounidenses, Anthony Sadler, Alek Skarlatos y Spencer Stone que estaban dispuestos a deternerlo. Basada en una historia real.