Basada en la historia real de Richard Kuklinski (Michael Shannon), un asesino a sueldo de la mafia de los Gambino. Se ganó su apodo por congelar los cuerpos de sus víctimas, disimulando el momento de la muerte para despistar a la policía. Su familia y vecinos creían que era un hombre de negocios, sin tener idea sobre su oficio real. Kuklinski mató a más de doscientas personas durante su vida. Nunca sintió remordimientos, con excepción de herir a su familia.