En el año 2006, dos periodistas españoles fueron enviados a investigar un supuesto caso de apariciones marianas en una desconocida aldea de Bosnia y Herzegovina. Lo que suponían que no daba para mucho más que para un reportaje fotográfico, supuso, en cambio, un punto de inflexión en sus vidas y en el de muchas otras personas que conocieron en aquel lugar. Ellos no vieron a la Virgen María, pero volvieron asegurando que algo inexplicable sucede en Medjugorje.