Ambientada en la epidemia de fiebre amarilla, Buenos Aires, 1871. Un joven sacerdote, impulsado por un sentimiento misionero, parte a la Capital para asistir a las víctimas y enfermos de la terrible epidemia. Antes de llegar a Buenos Aires, pasa por la quinta de su hermano y allí encuentra a toda su familia infectada y la casa en estado de abandono. Una serie de acontecimientos inesperados lo acorralan en ese lugar y lo hacen dudar de sus creencias éticas y, finalmente, de su fe.