Allan ha diseñado un robot especializado en el rescate de personas. Ese robot puede imitar acciones y emociones humanas. Cuando su inventor descubre las intenciones de usar al robot con fines bélicos, lo programa para huir, pero durante el proceso la máquina queda dañada. Doce años más tarde, el robot sera encontrado por un niño, que lo arreglará y le pondrá el nombre de Cody.