Gutiérrez no es solo un apellido, sino el nombre de un municipio colombiano que, como muchos otros, depende de la agricultura, la ganadería y los recursos naturales para sobrevivir. El 8 de julio de 1999, este tranquilo pueblo fue escenario de una tragedia cuando 60 soldados del batallón No. 13 del Ejército Nacional, estacionados en la zona, fueron atacados y 38 de ellos masacrados por las FARC-EP en un intento por tomar la capital del país. Esta masacre, que muchos sabían que era inminente, fue ignorada pese a las súplicas de ayuda y las peticiones de apoyo de estos héroes, que fueron dejados a su suerte como carne de cañón. Hoy, sus familias, los sobrevivientes y el pueblo de Gutiérrez, que continúa trabajando la tierra, los recuerdan y honran su memoria.